martes, 30 de marzo de 2010

ORDEN NATURAL



Odio tus silencios llenos de voces,
que devoran ellas, mis intenciones.
Detesto si callas y tanto dices,
tanto te guardas y nada omites.
Maldigo tus males, uno por uno…
no por ignorar, sólo los anulo.
Repruebo tu método instrospectivo,
el que no deja que hables conmigo.
Peno la ruta de tu juicio al mío,
oquedad profunda, casi un abismo.

Sin embargo

Amo la claridad de tu palabra,
por eso mi silencio es quien habla.
Adoro cuando miras, cuando callas
sé tus secretos y por qué los guardas
Bendigo tu dualidad en esmero
no por perversión, sino por espejo.
Admiro tu intrepidez y entereza
esa hombría, tu temple, tu fuerza.
Honro el viaje a tu intelecto,
allí donde el mío encuentra eco.


Entonces

Cuando calles, háblame,
cuando guardes, escóndeme,
cuando enfermes, contágiame,
cuando mires tu interior, llévame,
cuando discurras, infiéreme.

Si de todas formas

No me hablas,
ni me escondes,
ni me contagias,
ni me llevas,
ni me infieres,
seré tu amiga siempre,
porque es ese,
el orden natural de las cosas.

lunes, 29 de marzo de 2010

PANZA Y PECAS



Desde temprano, recorre el tren de punta a punta descansando unos minutos en cada vagón. La veo a la mañana y también a la tarde, cuando regreso de mi trabajo.

Está embarazada y carga en brazos una nena con chupete, que tendrá no más de un año. La lleva enganchada en la cintura, del lado izquierdo, con las piernitas abiertas. Es petisa. Piernas y brazos muy delgados.

Pecas. Los brazos están llenos de pecas. Una al lado de la otra. Chiquitas.

Tiene poco pelo que lleva recogido en una cola sobre la nuca. Hacia la derecha, cuelga un mechón naranja, producto de una mala decoloración casera. Resalta el mechón sobre su piel oscura, curtida.

Pecas. En la nariz, en los pómulos.

Siempre usa calzas grises o negras y remeras cortas. Se le ve la espalda y la panza. Linda panza. Ya tiene el ombligo salido.

Pecas. En la panza también tiene pecas.

No ofrece ningún discurso. Sólo pasa por los pasillos y cada tanto dice “si me pueden ayudar...” y prolonga la segunda ‘a’. Ni siquiera extiende la mano. Sólo lo hace cuando le dan una moneda.

Debajo de la panza lleva una riñonera negra con el cierre abierto. Asoma un atado de Camel y una mamadera.

Cuando llega al final del tren, se apoya contra la cabina del conductor y espera. Cambia a la nena de posición. La coloca al frente, sobre la panza. La nena la abraza y reposa la cabeza sobre el hombro de la mamá.

Pecas tendrá unos 13 años. Y ya está cansada.

jueves, 25 de marzo de 2010

Memoria. Justicia. Verdad.



Dicen por ahí, los que saben mucho, que las palabras, entendidas como signo, como imagen acústica refieren a un concepto, una imagen que, en el plano mental reemplaza ese signo por el concepto al que se lo asocia.
Esta asociación nos permite decir “mesa” y que todos aquellos que hablamos el mismo idioma sepamos a qué se refiere ese concepto. En el mismo sentido, es complicado que alguien, desde el discurso, pueda hacernos creer que algo que llamamos “mesa” se refiere al concepto que tenemos internalizado como “silla”.
Pero qué pasa cuando no hablamos de objetos tangibles, cuando los signos lingüísticos se refieren a imágenes abstractas, a ideas, a conceptos en sí mismos?
En esos casos hay una definición que brinda el diccionario, un postulado asociado al significante, casi como un axioma, que tomamos como significado.
Esa definición entonces, hace que todos aquellos que hablamos el mismo idioma sepamos a qué se refiere ese concepto. Pero, a diferencia del caso anterior, no es tan complicado que alguien, desde el discurso, pueda hacernos creer que algo que yo llamo “oportunismo” se refiere al concepto que tenemos internalizado como “memoria”, que la “arbitrariedad” es “Justicia” y que la “hipocresía” es “Verdad”.
Con mucha bronca estuve escuchando discursos varios estos días sobre el 24 de marzo. Si es un día para festejar o para conmemorar. Si debe ser feriado o no. Si siendo feriado se tiene que pasar al lunes o al viernes, bla bla bla. Eso en cuanto a la fecha, pero qué se supone que es el 24 de marzo?
Y ahí la bronca pasa a ser indignación. Es el día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Y se llenan la boca por los signos, los repiten y le ponen solemnidad al tono y la voz entrecortada en la oratoria.
Resulta ser que ahora son abanderados de la justicia quienes en 1983 apoyaban la fórmula Luder-Bittel que pensaba mantener la ley de autoamnistía de los militares.
Resulta ser que ahora son paladines de la verdad quienes en 1989 y 1990 (si la memoria no me falla) seguían fielmente al entonces presidente Menem que indultaba a militares y miembros de organizaciones armadas juzgados y presos según la ley en democracia.
Escucho los discursos y empiezo a inquietarme por la mutabilidad del signo. Temo que ahora Memoria sea algo diferente. Siento que las cosas terribles que nos pasaron sirven de herramienta de Marketing del poder, que los Derechos Humanos son simplemente un instrumento de arenga popular, que se constituyen en un panegírico hacia los dueños del desconsuelo.
Y entonces la indignación me dá vergüenza. No sé cómo vamos a explicarle a las generaciones que nacieron en democracia qué es el 24 de marzo. No me gusta cómo se van sucediendo los hechos, cómo se usa el dolor, cómo se aprovechan del NUNCA MAS. Ojalá que la diacrónica del lenguaje tenga una mejor evolución en lo que al significado de estos términos se refiere.

lunes, 8 de marzo de 2010

DIA DE LA MUJER


Copenhague, 1910, II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Clara Zetkin, militante del Partido Socialdemócrata de Alemania, propone el establecimiento del Día Internacional de la Mujer Trabajadora como método de lucha por la causa de la mujer. Esta lucha era por la igualdad de derechos: derecho de voto y de ocupar cargos públicos, derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Nueva York, 1911, incendio de una fábrica textil en la que mueren más de un centenar de mujeres. Mueren en defensa de sus derechos: jornada laboral de 8 horas, igualdad de condiciones laborales.
Rusia, 1917, amotinamiento de mujeres en reclamo de Alimentos, “Pan, paz y libertad”. Comienzo de la Revolución Rusa. El gobierno provisional otorga el derecho a voto a la mujer.

Curioso, no? Nada tiene que ver la historia con lo que hoy parece contentar a tantas mujeres. Ahora nos incluyen en todos los discursos con la famosa cuestión de género. Y tengo la sensación de que lo único logrado es alargar el discurso en una clara estratagema gramática: “Queridos y queridas alumnos y alumnas, madres y padres. Estamos aquí reunidos y reunidas…” Para eso lucharon?
Quizás también lo hicieron para conseguir el cupo del 30% de mujeres en las listas de candidatos a una elección. Y así, sólo para cumplir el cupo, hemos escuchado lamentables discursos de candidatas que no voy a mencionar, muchas de ellas artistas que sólo posaban para la foto. Esos eran los derechos?
Es posible que también lo hayan hecho para contar con una mujer a cargo de la presidencia de un país que se encargue de decir en cada discurso lo difícil que le resulta a una mujer ocupar ese tipo de puestos. Esa era la idea?
Seguramente nada de eso las impulsaba. Eran mujeres con coraje, algunas intelectuales, otras no, pero todas bravías. Ninguna oculta tras el patrocinio de un pantalón, sino con luz propia. Aún queda mucho por hacer y por recuperar. No me siento igual a los hombres, no quiero ser igual, pero sí quiero tener igualdad de oportunidades, mismos derechos, mismas posibilidades. No para mí, para todas las mujeres. No para la Argentina, para todo el mundo. No para hoy, para siempre.
Gracias por la lucha de género, pero no quiero escucharlo o leerlo sólo en el discurso, me parece una burla.
Gracias por la lucha de cupo, pero no quiero ser un número puesto en la lista, quiero personas capaces, idóneas en puestos de gobierno, no un porcentaje obligado.
Gracias por la posibilidad de contar con mujeres dispuestas a ocupar el cargo de presidente (y no voy a decir presidente o presidenta) de la nación, pero sin victimización en la oratoria. Eso es igualdad, el resto es discriminación desde el género mismo.
El día Internacional de la Mujer no es un día comercial. No es un día para recibir tarjetitas de felicitación. No es un día para poner en el florero del escritorio la rosa que envia Recursos Humanos.
Creo que este día es para reflexionar, para recordar los logros de muchas mujeres que lucharon por nuestros derechos. Creo que este día es para continuar con esa empresa. Existen aún muchas mujeres en el mundo sin acceso a derechos básicos como la educación.
Este es un día en el que tengo más ganas que nunca de pedir cambios, de exigirlos, de participar, de recordar y recordar a todas aquellas mujeres que dedicaron su vida a esta lucha.
Tengo muchas ganas hoy de llorar también por algunas conquistas que hemos malogrado, como la jornada de 8 horas, la guardería en el lugar de trabajo o el tiempo de lactancia.
La mayoría de las mujeres no es diputada, ni senadora, ni presidente. Pero todas tenemos un hogar y/o un trabajo y/o una familia y/o un barrio. Ese es nuestro lugar de acción y ahí no voy a claudicar. Por el compromiso, la responsabilidad, la coherencia en todos los ámbitos y la dignidad, SALUD!!