domingo, 17 de abril de 2011

PRISIONEROS

Hacer el amor en horarios desacostumbrados siempre le daba seguridad. Un extraño placer que no tenía que ver con lo sexual sino con el tener al otro con ella, fuera de planes, sentía confianza en sí misma, un orgasmo de garantías. Salió del baño envuelta en su bata blanca, con la toalla en la cabeza y el rostro arrebatado por el calor de la ducha. En su cuarto, sentado en el borde de la cama, moviendo las piernas incesantemente estaba su novio, con su celular en la mano. El cuerpo de Marcos parecía enajenado y sus ojos confundidos. Sin embargo, con un tono muy sereno le dijo que había vibrado el celular y le preguntó: “quién es Pablo?”. Virginia le respondió: “No sé”.

Y la verdad es que no sabía. Marcos se levantó y, con el semblante oscurecido caminó hasta la puerta del cuarto. Antes de salir, dudó. Luego se dio vuelta y antes de seguir caminando arrojó el celular sobre la cama. En medio de un extraño silencio Virginia tomó el teléfono para comprobar que tenía un mensaje de texto que decía “No te pude ubicar. Llamame cuando puedas. Pablo”.

No conocía el número. No lo tenía en la agenda tampoco. No conocía a ningún Pablo. Se sintió perturbada, desconcertada. Sacó la toalla de su cabeza y desenredó el cabello. Marcos encendió el televisor y eso, mínimamente, la tranquilizó. No se había ido, estaba en el living. Aliviada pero aún presa de un amargo desconcierto, se sentó en la esquina del colchón y comenzó a ir hacia atrás y hacia delante tontamente con las flechas del móvil. Se hallaba atacada, invadida. Su estructura de seguridad tambaleaba. Quien era ese Pablo que aparecía virtualmente y desacomodaba su acomodada vida? Lo más probable era que se tratara de un mensaje equivocado. Pero no lo iba a contestar para avisar. Si Marcos la veía escribiendo se iba a enojar. No quería verlo disgustado sin motivo. Y si el tal Pablo insistía? Y si volvía a enviar un sms? Peor aún… y si llamaba? Cavilando prendió el secador de pelo.

Marcos subió considerablemente el volumen del televisor, como para no escuchar ni siquiera sus propios pensamientos que lo atormentaban. Quién era ese Pablo que aparecía virtualmente y desacomodaba su acomodada vida? Probablemente se haya equivocado de número. Pero no se lo iba a decir a Virginia. No le iba a dar la oportunidad de excusarse de esa forma. Ahora su cuerpo estaba quieto, inerme, pero su interior no. El la ama y sabe que es correspondido, pero no puede evitar pensar en la posibilidad que otro intente, por lo menos, acercarse a Virginia. Hundido en el sillón, los ojos fijos en la pantalla sin mirar, la respiración pausada y la mente agitada, no podía evitar que su imaginación le prodigara una tras otra instancias desagradables. Y si él es un idiota? Si es un “cornudo”? Vaya a saber con quién almuerza o con quién viaja cuando regresa del trabajo… Debería pasarla a buscar por la oficina a diario. Y si alguno de sus amigos la vió? Se deben estar riendo todos de él. Un “cornudo”… Pensaba y sus manos se iban crispando. Transpiraba por todos los poros de su piel. El ruido del secador de pelo lo aturdía. Se estaba secando el pelo o hacía ruido para hablar con Pablo? Se levantó como expulsado del sillón e irrumpió en el dormitorio. Virginia secaba su cabello y el celular seguía sobre la cama.
Se sintió tonto, torpe, casi un adolescente desmañado. Volvió al sillón y se derrumbó en él. Se tenía que sosegar. Cuándo lo iba a engañar? Si sólo estaban separados en el trabajo.

Virginia apagó el secador. Mientras se peinaba no podía dejar de tejer una madeja de supuestos. Cómo iba a remontar ahora la situación? En este momento, un mar de dudas crecía entre ambos. Marcos ya no le iba a creer y lo entendía. Si hubiera sido al revés, ella le hubiera armado un escándalo. Se sentía sola, alejada de su amor, insegura. Era una trampa. Y si alguien los quería lastimar? Si esto estaba urdido por alguien que los quería perjudicar? Y si era una mujer? Otra mujer? Le corrió un temblor álgido por el cuerpo. Marcos la estaba engañando y la quería culpar a ella? Le sudaban las manos y sintió un repentino malestar. Náuseas. Y ella tan segura de su noviazgo. Pero cómo? Cuándo se ven? Si están siempre juntos… Será alguien de su oficina? Y por qué tiene su número de celular? Sintió frío. Se tenía que serenar. Tenía que hablar con él, pero no sabía cómo hacer, ni siquiera sabía si la iba a escuchar.

Virginia se vistió, tomó el celular y se sentó en el sillón del living junto a Marcos que ni siquiera la miró. Cabizbaja, con la mirada fija en el teléfono que tenía entre las manos dijo:

- Estuve pensando… Lo voy a dar de baja.

Marcos giró la cabeza hacia ella y bajó el volumen del televisor.

- Me parece bien –le respondió.

La rodeó tiernamente con su brazo y luego de besarla en la frente agregó:

- Si querés, te acompaño.

Virginia apoyó la cabeza en su hombro y, con los ojos entreabiertos, ambos sonrieron, satisfechos el uno del otro.

4 comentarios:

  1. Antes de terminarlo leí el final... ¡qué sensación tan conocida! me hiciste suspirar Adri. Me encantó!!!

    ResponderEliminar
  2. Aysss esos bichos malvados que irrumpen la paz, o tergiversan la armonía. ¿A quien no le pasó alguna vez? y es que se nos mete la duda, ya sea que respondan o que no respondan... Hay algo de fantasmal en las llamadas o mensajes equivocados...son como un susto en la confianza.
    Adri, muy bien llevada la historia, la enunciación de todas las dudas que se pasan por la cabeza. Me gustó muchísimo. Como dice Amalia, invita a leer anticipadamente el final.
    Un beso grande!!!

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Amalia. Lamento el recuerdo del ahogo y me alegran tus caricias en cada comentario. Gracias por leer, aunque te anticipes al final. :)

    ResponderEliminar
  4. Su: gracias como siempre por tus palabras, por tu comentario casi cómplice pero, por sobre todo, por la crítica, por esos minutos que me dedicás en cada post y que ya, mal acostumbrada, espero para ir ajustando el rumbo.
    Un cariño enorme.

    ResponderEliminar

"Quien escribe es escritor sólo si ha encontrado quien lo lea."
Gracias por leer y comentar!!